Crónica de una incapacidad anunciada.

 Lic. Juan Palma Torres

20.11.2009


Evaluación docente del 15 de noviembre de 2009.



Han pasado cuatro días del examen del domingo 15 de noviembre. Me retiraba de una clase del PRONAFCAP, donde tenía que estar alerta a entender una sesión del componente de comunicación a un profesor más abstracto que Dios, pocos lo comprendieron esa noche.


En el trayecto a casa, dentro de uno de esos microbuses con más de 30 años, largo, gris y blanco de la línea nueve; después de argumentar mi defensa por la vida y rechazar la píldora del día siguiente recibo una llamada iracunda: Era una de los maestros alumnos que se había retirado en una de las primeras sesiones de preparación para el nombramiento. Él preguntaba como lograr elevar los dos décimos que le faltaban para la nota mínima en el concurso de nombramiento, desde luego no tengo ese poder y si lo tendría lo fusilaría por hacerme esa propuesta.


Se encontraba desesperado, confesó haber comprado el examen. Tremendo golpe a mi criterio de la buena fe. Hasta allí


la indignación del delito y la sombra de uno de los primeros puestos promocionados por el ministro Chang, una compañera de carpeta, situación muy sorpresiva, hasta debo recordar que por obvias razones se reserva los nombres, a ella, la veía asustada, temerosa cuando debería estar rimbombante de alegría. Sólo recordaba su sonrisa del último jueves cuando me preguntaba si tenía las respuestas del examen, fue tan irónica, que ahora siento duda si fue una broma, aunque pienso en su capacidad profesional. Hasta allí, un poco movido, estaba resignado aceptar los resultados publicados, muchos de mis amigos habían fallado en la evaluación.


EL EXTREMO DE LA INDIGNACIÓN es cuando en la página Web del Ministerio se dio por aprobados a varios amigos antes de las 17:00 horas del día jueves 19 y después de esta hora se cambió su nota. De 15.2 se reducía 13.2. ¿Qué sucedió? Ya no sé qué pensar de los responsables de este examen.


A esto se agrega la denuncia de la luchadora social Gloria Pérez cuando salía a las 10:45 del día domingo de las instalaciones de la Institución Educativa General Prado después de comprobar que la noche anterior, sábado 14, en el local de la CGTP Callao habían dejado un sobre donde suplicaban denunciar el fraude del examen, porque en muchos lugares del país se estaban vendiendo las pruebas, ofertado de acuerdo a la nota que deseabas, imaginemos las escalas valorativas entre 14 y 20 con sus respectivas fracciones, donde se rumoreaba un costo entre dos y seis mil nuevos soles.


La señora Gloria había echo esa denuncia y el Fiscal de turno verificó la prueba entregada en forma anónima al local gremial eran coincidentes con los se aplicaban a los cerca de 200 mil maestros.


Quienes nos encontrábamos en los exteriores del lugar estábamos con sentimientos diversos al verificar en esta oportunidad una evidencia total de la corrupción en ese tipo de evaluaciones.


Los gendarmes del local estaban nerviosos, a las 11:00 horas agredieron a dos periodistas de la Primera, página dos del diario 16.11.2009. Cerca de las 13:00 llegaron dos medios de comunicación televisiva y sólo le dieron 20 segundos en sus noticieros del lunes, más caricaturizando a los profesores con las claves en la mano que

denunciar la filtración de la prueba.


El detonador de esta miseria es el cambio de resultados en la página Web del Ministerio de Educación. La ineficiencia administrativa como doctrina y el abuso de autoridad.


Es una pena donde el requerimiento de mejores maestros no es equitativo con el equipo del Ministerio de Educación inundado con sujetos carentes de escrúpulo, se debe investigar y aclarar muchos aspectos de su gestión.


Su obsesión, los funcionarios del ministerio, de destruir un gremio histórico como el SUTEP los lleva a la desesperación con una Carrera Pública Magisterial precaria en los beneficios laborales de los maestros.


Siempre escuchaba rumores de la incapacidad en este tipo de evaluaciones en el gobierno aprista, hoy las evidencias generan más zozobra que debe corregirse con la fuerza del todos los afectados y la solidaridad de los maestros que rechazamos en cuerpo y alma a la Ley Nº 29062.


La resignación ha pasado a una etapa de indignación y la fuerza de la dignidad debe prevalecer para derrocar el desastre burocrático de los implementadotes de esta prueba.